31 Minutos: La Nueva Locura de Díaz y Peirano (www.cv.cl)

31 Minutos: La Nueva Locura de Díaz y Peirano

Los creadores más innovadores de la TV chilena atacan de nuevo: 31 minutos, un irónico noticiario de títeres, que promete subir la calidad de la pantalla chica local.

Por El Calumnista

Estuve alejado bastante rato, lo sé. Pero tuve mis razones. Ahora de vuelta al agitado marzo yo, el Calumnista, un crítico de TV que no sabe distinguir la vida real de lo que aparece en pantalla, declaro solemne que no tengo nada bueno que destacar. Estoy sssccchhhato de los reality shows, estoy sssccchhhato de los amenazados por talento, por convivencia, estoy sssccchhhato de Rafael Araneda y su Rojo fama contra fama. La guerra de las teleseries es igual que los uniformes escolares: en marzo siempre van a estar ahí.

No hay sorpresas, no hay nada nuevo. Excepto, una grata sorpresa. El otro día estaba en un carretín suave y relajado: cervezas, papas fritas para picar, unas minitas ricas y el dueño de casa: todos sujetos agradables e instruidos. Universitarios buena onda.

El gran tema de la jornada fue la TV. Es decir, me sentía como pez en el agua. Pero no hablamos de cualquier cosa en la TV. Hablamos de Factor humano, Plan Zeta. Hablamos de “los locos la raja que hacían esos programas”. Angel Carcavilla, Rafael Gumucio, pero en especial de Pedro Peirano y Alvaro Díaz, sindicados una vez por El Mercurio como los Beavis y Butthead chilenos.

-¿Te acordai del gag que decía, hagamos un asado, y se ponían hacer un asado al tiro, ahí en la calle?-, dijo el anfitrión, Jorge, respecto de un segmento de Plan Zeta, el espacio del desaparecido canal Rock & Pop que ahora es algo así como un producto de culto.

-¿O te acordai de cuando Peirano era un papá separado que llamaba a su hijo y le decía que el nuevo marido de su mujer no era SU papá? La cagó-, respondió casi en seguida la Myriam: su polola.

-Y qué me decís de los muñecos esos, de Dubi y Dú, eran demasiado geniales-, añadió la Carlita, una preciosa morena y mi objetivo de esa noche. Tenía que engrupírmela a como dé lugar así que me mandé las partes.

Regreso a la TV

-Saben cabros-, dije con claras intenciones de hacerme el lindo. -Saben que Peirano y Díaz vuelven a la TV.

Tuve de inmediato la atención de todos. Miré a la Carlita, rica ella, y recité la información que manejaba: Ahora ese par de locos está haciendo un programa de títeres. Onda, como el Show de los Muppets.

No me podían creer. La verdad es que cuando yo lo supe, hace dos semanas, tampoco pude asimilarlo al tiro.

Pero después de pensarlo un rato no me pareció raro. Mal que mal se trata de dos directores de TV que han demostrado su conexión con un mundo más lúdico y claramente más infantil. Eso, sin considerar que Peirano dibuja cómics en dos partes regularmente (Timón y Zona de Contacto, de El Mercurio). Qué más pendejo que eso.

Cómicas Noticias

Bueno, el programa, que comenzó el sábado 15 de marzo en el nuevo bloque infantil de TVN llamado Tronia, es una parodia a los noticiarios de TV. 31 minutos (guiño al viejo telediario de TVN: 60 minutos) es conducido por un títere simio, Tulio. y está repleto de otros muñecos con vida propia.

De colado tuve la ocasión de ver cómo trabajan a toda máquina en los estudios de TV haciendo este programa, y la verdad se trata de una maravilla: los títeres de verdad parecen cobrar vida y los diálogos son hilarantes. Al fin alguien entiende que los cabros chicos no hay que tratarlos como si no tuvieran neuronas. Los niños son menores, pero no menos inteligentes.

Esta apuesta es inversa a la fórmula de Vasco Moulian en Canal 13. El actor y cabeza del área infantil de Canal 13 cree que tratar a los niños como grandes significa “alolarlos”: mostrarlos como mini lolos.

Esa es la trampa que “31 minutos” parece haber evitado. Además, visualmente se trata de un paso adelante para la TV chilena. A diferencia de los títeres del Kiwi en Megavisión, acá Díaz y Peirano juegan con los códigos de un telediario para producir bromas adultas e inteligentes. No manda la risota fácil.

Mencioné todo esto a mis camaradas de carrete y algunos otros detalles sabrosos, porque además tuve le privilegio de ver un par de episodios de manera adelantada (no me pregunten por qué, sólo diré que forma parte de mi trabajo) y Carlita me miraba y me miraba.

Estuve a punto de conseguir un “encuentro cercano” con ella, pero Jorge hizo lo inesperado: Saben chiquillos, tengo la primera temporada de Plan Zeta el video. ¿Quieren verla. Cuando miré la Carla ya se había cambiado de lugar y estaba al lado del TV. Es que Díaz y Peirano la llevan.