Los Panoramas de Tulio Triviño (Wiken, de El Mercurio)

Mi Wikén ideal

Los Panoramas de Tulio Triviño

El conductor de "31 minutos" asegura que su almuerzo ideal es con los amigos... bien lejos.

Desayunar:
Por la mañana, a las 13 horas o más temprano. Mientras reviso la prensa en busca de mi nombre, engullo tostada al wok untadas con queso de leche de delfina soltera. Enriquezco mi café con té y luego duermo hasta que acabe la madrugada.
Arrendar:
Al ser un perfecto cinófilo (¿así se dice?), ordeno que me arrienden clásicos como "Lo que el viento... eh...", bueno, ésa. Y la obra donde la señora se va al final en el avión y él se queda feliz de no verla nunca más, "Casablancanieves". En general veo películas en las que trabaja mi verdadero ídolo... usted sabe... el actor ése con pelo.
Escuchar:
Mi gran acervo cultural se desata los fines de semana, por eso no puedo soportar a los ruidosos como Freddy Turbina o el Dinosaurio Anacleto. Mi onda va también por los clásicos, como los dos discos que estoy escuchando ahora: Mendhelsson en Trutruka o Beatles for Babies.
Invitar:
¿Está loco? Antes invitaba a mi novia Cindy a pasear por las calles de la ciudad para que viera las manifestaciones de cariño en mi contra. Pero ya no más, desde que nos asaltaron y tuve que defenderla deteniendo valientemente los golpes en mi cara.
Soñar:
Que soy un importante conductor de noticias de gran credibilidad y personalidad magnética. Luego despierto y... ¡sigo siendo un importante conductor de noticias de gran credibilidad y personalidad magnética! Deberían premiar a Dios por sueños tan bien producidos.
Reírse:
Casi nunca río porque queda la mueca y después uno no puede informar de tragedias en televisión. Por eso evito cualquier tipo de situación jocosa y nunca leo a Roberto Bolaño, 'Chespirito'.
Beber:
Nada como una buena botella del mejor vino, pero rellena con agua. Cualquier tipo de bebida alcohólica me hace pésimo a los ojos de color.
Almorzar:
El amuerzo ideal es con los amigos. Digo, con los amigos lejos. Es insoportable cuando se dejan caer Juan Carlos Bodoque y Mario Hugo justo a la hora de almuerzo todos los sábados. Por eso, desde el año pasado cada almuerzo sabatino consiste sólo en cáscara de queso y pasas de empanada. Nunca más vinieron.