Siete pecados capitales de Tulio Triviño (El Mercurio)

Soberbia

Siete pecados capitales de Tulio Triviño

Tulio Triviño, el conductor del noticiario infantil "31 Minutos", la revelación del momento, podría caer en el embrujo de la codicia tras el éxito del programa y las rápidas ventas del disco que se lanzó esta semana. Por eso le preguntamos por las tentaciones de la fama y la fortuna.

El Mercurio:
¿Cuánto gana por su trabajo como conductor de "31 minutos" y en qué gasta su sueldo?
Tulio Triviño:
Mi contrato dice que eso es secreto, pero como pista te puedo indicar que tomo las mejores micros y me alimento en prestigiosas cadenas de comida rápida. El resto de mi dinero lo utilizo en mis pasiones: el golf y las ramitas saladas.
El Mercurio:
¿Lo han tentado de otros medios para que sea su "hombre ancla" a cambio de más dinero?
Tulio Triviño:
Para ser hombre ancla me han llamado incluso de varios barcos del puerto de Valparaíso. Todos muy importantes. Pero es un trabajo muy húmedo y uno tiene que cuidar su imagen y los bronquios.
El Mercurio:
¿La Fundación "Tulio Triviño", que acoge a animadores sin talento, tiene fines de lucro?
Tulio Triviño:
No, no pensamos en el lucro, sino que en darle una mano a los colegas. Es una bonita labor, terriblemente aburrida. Una visita a mi abuela en Titirilquén es una fiesta taquillera comparada con las reuniones de la Fundación.
El Mercurio:
¿Cuánto espera ganar con el nuevo disco de 31 minutos?
Tulio Triviño:
Yo no gano prácticamente nada. Todo se va a los artistas que participaron y a la Fundación Tulio Triviño para la ayuda de animadores. Con el disco, la que más ganó fue Flor Bovina, que cobró su sueldo y el de la muñeca que habló.
El Mercurio:
En lo material, ¿de qué no se desprendería por nada del mundo?
Tulio Triviño:
De mis corbatas, mi auto y los libros que tengo para leer en el baño.