La televisión Latinoamérica exige cambios en el formato de presentación, no importa la edad del espectador, todos ya quieren probar algo diferente. Eso es precisamente lo que notaron dos periodistas chilenos al iniciar una de las producciones más famosas de los últimos tres años, se llama 31 minutos.
Aunque nunca fue su objetivo ganar tanta fama, los creadores de este noticiero de marionetas ha logrado impactar en el público de diferentes edades en México y en su país natal.
Y es a simple vista el grupo de marionetas que dan vida a su producción puede atenderse como un programa de entretenimiento, sin embargo el contenido esta cargado de crítica, sátira y conciencia de la realidad.
31 minutos exalta valores de uso social para niños, al tiempo que expone el compromiso con la sociedad, mismo que es uno de los elementos principales de la comunicación alternativa.
Esta comunicación alternativa que tuvo lugar en el década de los sesenta y setenta busca generar una conciencia colectiva cerca de temas que impactan directamente en las relaciones sociales.
Bajo está línea de investigación se presenta una investigación documental y de opinión en un grupo de enfoque, a fin de indagar cual es la opinión que se tiene sobre uno de los programas que se presenta actualmente en la programación infantil de canal once.
Investigar las transformaciones sociales que identifican un grupo de adultos acerca del programa 31 minutos, actualmente transmitido por canal once.
Para lograr el objetivo de esta investigación se realizara una breve investigación documental sobre los orígenes y propósitos del programa que actualmente se transmite en horario de 2:30 A 3:00 de la tarde de lunes a viernes.
La investigación obtendrá la validez de trabajo social al establecer en un grupo de enfoque, conformado por 6 adultos de entre 25 a 30 años, lo cuales deben conocer el programa bajo investigación, además este grupo de enfoque tiene como particularidad que todos son estudiantes actuales. Tres de ellos son comunicólogos, uno estudia filosofía y dos más atienden las ciencias de la sociología.
A ellos se preguntara sobre la temática que maneja la transmisión. Con el fin de obtener la opinión de este grupo se plantean las siguientes preguntas
Una vez obtenidas las opiniones de los participantes del grupo de enfoque se redactaran las conclusiones sobre el programa. En las cuales se exaltara la importancia, trascendencia, consecuencias y/o de la difusión de este programa.
En los años sesenta, en América Latina, Europa y algunas regiones de Asia, veinte años de bipolaridad, industria militar, concentración de ingreso, explotación y abuso de las potencias sobre los países más débiles mostraban sus consecuencias. México 1968, la guerra de Vietnam, la crisis de los misiles en Cuba, la invasión de la URSS en Checoslovaquia, los militarismos y los golpes de Estado en América Central y el Cono Sur, son apenas algunos de los acontecimientos de este período.
En este contexto, surgieron líneas de investigación en torno a los medios de comunicación, abarcando temáticas como: dominación cultural y medios; información, control e imperialismo; explotación e ideología; colonialismo cultural; medios y cultura de masas; socialismo y medios de comunicación; y otras
La respuesta de diferentes teóricos consistió en proponer formas comunicacionales que contrarrestaran lo que se llamó: el imperialismo de los medios, el quinto poder, la estructura ideológica mediática de manipulación, y la industria cultural. Una de estas nuevas y contestatarias formas se denominó comunicación alternativa la cual se augura una vía de concientización que corría paralela al monopolio de los grupos privados sobre los medios.
La comunicación alternativa recuperaba los modos de expresión comunitarios, las costumbres y los símbolos para concientizar a la población sobre el estado de sometimiento en que vivía.
La comunicación alternativa puede interpretarse “como un discurso que se opone al lenguaje del sistema, pues no todo discurso de origen popular es necesariamente una opción, si nos atenemos, aunque relativizándolo, al aserto de Marx según el cual la ideología de una sociedad es la ideología de sus clases dominantes.
Lo que hoy se conoce como comunicación alternativa ha sido no sólo la propuesta, sino un ejercicio que surgió desde la teoría y la práctica revolucionarias, y la movilización ciudadana en defensa de los derechos humanos, representando por más de dos décadas una vía de expresión relevante para los grupos sociales organizados que buscaban cambiar, desde su perspectiva, el orden de dominación existente.
En este sentido la comunicación alternativa puede aparecer como una base teórica que fundamenta y apoya los sistemas de producción televisiva de canal once. Pues sin llegar a ser un canal radical, se ha encargado desde 1959, de difundir y promover las costumbres mexicanas, rescatando así la importancia de su existencia.
Junto a esta labor canal once se ha encargado de fomentar los sistemas de cultura en todo tipo de publico, pues desde niños y adultos pueden disfrutar de un colage de programas en los que se da preferencia a los de origen nacional, sin embargo, la programación también incluye programas extranjeros.
El trabajo de canal once demuestra lo que los teóricos de la comunicación alternativa establecen como compromiso, el cambio social, dirigido a la superación de la sociedad capitalista de producción, en un proceso de democratización que permitiría la participación activa de todos aquellos que necesitaran utilizar los medios.
Canal once empezó a difundir en México un programa chileno llamado “31 minutos” este espectáculo televisivo es transmitido actualmente en la barra de programación de niños.
El programa de 31 minutos nace de un concurso propuesto por la productora chilena APLAPLAC, la producción de este programa estuvo y está a cargo de un grupo de periodistas. Y la idea principal es proyectar un noticiero conducido por títeres.
En una entrevista obtenida por el periódico La Jornada, se publico la siguiente declaración de los productores "Partimos de querer hacer un programa infantil y nos impusimos hacer algo que nos gustara a nosotros, algo que nos hubiera gustado ver de niños. Siempre habíamos hecho periodismo televisivo y documentales, y en un concurso de la televisión del Estado para hacer programas infantiles, inventamos esto, porque era el medio que conocíamos. Decidimos que en vez de humanos aparecieran títeres, los personajes fueron cobrando vida".
Los responsables de esta declaración son Pedro Peirano y Alvaro Díaz, ambos presentaron la creación en la Televisión Nacional Chilena y sus trasmisiones iniciaron en el año 2003.
La intención de 31 minutos además de ofrecer un noticiero con títeres, ocupan el espacio para explotar paulatinamente la inteligencia de los niños pues según declaraciones de la misma entrevista, los personajes se presentan como niños que tienen un vida de adultos, vida en la que cobran importancia su comportamiento, opinión y en general las acciones de la vida cotidiana.
Por ello el grueso del programa recae en la sección de la nota verde, donde aparece un conejo rojo llamado Juan Carlos Bodoque, quien plantea temas relacionados con el medio ambiente. Desde luego cargada con un sentido de humor, crítica y en múltiples ocasiones de sarcasmo.
Se dice que cuando se estreno este programa en su país natal acaparó 5 mil personas. Actualmente se compara con el fenómeno del “Chavo del 8” pues desde que apareció en los televisores de la programación por cable, atrajó las miradas del publico de todas las edades.
Y es que los personaje por no sólo tienen gracia y colorido sino también argumento, en cual se exaltan sus virtudes, aunque en diferentes ocasiones parece que el guionista se empeña en exponer los defectos.
Es todo un caso el evento pues aún sus productores y creadores no dan crédito al éxito que obtuvieron con unas marionetas hechas de unos cuantos trapos, calcetines y botones.
Hasta el momento se considera que el impacto más importante se tiene entre los niños de 5 a 10 años incluso se reconoce que gracias a la difusión que le dio canal once alrededor de 3 millones de personas lo ven por este canal, en esta cifra ya se consideran a los adultos, pues también ha generado sensación. Aunque Juan José Olivares en su nota de la jornada afirma que es un programa para niños… hasta de 90 años.
Durante el desarrollo del grupo de enfoque los integrantes opinan que 31 minutos es un programa atractivo por que no parte de una primicia educativa, aunque puede ir inserta tal intención, parece que es través de la sátira, diversión, el humor y unas marionetas frenéticas es como logra impactar el programa, eso si se piensa desde el punto de vista infantil. Y es compatible con la cultura latinoamericana en general por ello es que logra un vinculo con la sociedad
Aunque exponen que para el adulto tal vez lo más atractivo recae en la crítica que presenta esta palomilla de personajes. Pues ellos exaltan que lo más impactante, sobre todo para los tres estudiantes de comunicación, recaer en la crítica a los medios de comunicación en particular hacia la televisión.
Incluso, uno de los participantes recuerda un capítulo donde el títere que actúa como productor del programa se empeña en transmitir un programa “muy emotivo” tanto que los conductores debe fingir que lloran, la producción obliga a transmitir una noticia absurda sobre un niño que pierde un globito, pues se supone que lo emotivo es la moda de la televisión.
Con ese ejemplo los participantes del grupo de enfoque interpretan que este programa y en particular ese capítulo, logra poner en evidencia lo absurdo que en ocasiones resultan las transmisiones de televisión.
Según el grupo encuestado los personajes hacen su parte, pues se burlan de la realidad, incluso de la suya y en ese sentido a un estudiante de comunicación le parecen muy complejos sobre todo por que actúan como adultos, que no escatiman en mostrar sus defectos.
En particular el personaje de Juan Carlos Bodoque parece que se lleva la premisa, pues es una contradicción al conejo blanco y lo que este representa, como la ternura por ejemplo, en cambio este conejo es un personaje irreverente que se aprovecha a su amigo o de cualquiera de los personajes, pero es el único que siempre presenta una nota con sentido real, como son los temas relacionados con el medio ambiente.
Este grupo dejó claro que los valores que exalta este programa están enfocados en la amistad, el cuidado al medio ambiente y de manera subliminal para los niños aparece la crítica. Lo cual según el estudiante de psicología trasciende en las mentes infantiles y adultas para hacer conciencia de la realidad desde una opción divertida.
Para concluir el grupo coincide que el programa es una buena oportunidad para adentrar a los niños en el mundo de la información pero sin conformarse con un programa absurdo o repetitivo como en la actualidad se transmiten en la televisión mexicana.
Después de revisar la temática teórica de la comunicación alternativa, los antecedentes históricos de 31 minutos y la opinión del grupo de enfoque es válido concluir que canal once difunde este programa con la intención de entretener y educar a través de sus contenidos.
Además, se puede agregar que este programa a pesar de ser de chileno logra promover los valores de una sociedad, pues tal como se marca en el texto de comunicación alternativa esta es una de las funciones más importantes de la comunicación masiva.
Así entonces, podemos atender a 31 minutos como una buena opción para difundir el periodismo de manera crítica sin el compromiso de la figura publica. Aunado al espacio que este representa para usar al máximo la creatividad e imaginación que da vida a unos cuantos títeres hechos de trapos y calcetines.
De tal manera que este programa revoluciona la televisión para niños, pues exalta el compromiso social y rescata el uso de títeres como recurso, en tal caso expone la animación sin recursos computarizados y obtiene un impacto social importante, al mismo tiempo escapa de la epidemia de la globalización y estereotipos de la sociedad.
Publicado por acatlan en miércoles, diciembre 05, 2007