"31 minutos": ¿Cuál es la verdadera historia? (Wiken, de El mercurio)

Déjenme en paz

"31 minutos": ¿Cuál es la verdadera historia?

Por Sergio Paz

La verdadera historia de "31 minutos" aún no se ha escrito. Y eso porque "31 minutos" aún no termina. Aún falta ver cómo le va a la película. Si le va bien, increíble, seguro que los títeres vuelven a la pantalla. Después de todo Tulio Triviño - el calcetín vanidoso- tiene más credibilidad que Amaro Gómez-Pablos. Y eso no es chiste. Tampoco lo es que, peleas más, peleas menos, el gran responsable de que el espacio no continuara fue TVN. Papá TVN. O, mejor dicho, la lógica de producción del "canal de todos". Qué mula. Qué mentira. Qué miseria. Otro signo de los tiempos: la TV infantil (una televisión cara, que exige calidad) sólo se hace si es que aparece algún billetito extra, léase la plata de algún fondo estatal o, por último algún auspiciador. De lo contrario da exactamente lo mismo. ¿Para qué gastar? Sigamos haciendo más de lo mismo. No voy a hacer aquí la defensa de "31 minutos". ¿Cómo si varias veces despotriqué contra ellos? Dije que los veía poco y me reía menos. Dije que era un programa para adultos que a veces veían los niños. Dije que los dueños de Aplaplac se habían cebado, enceguecido, inflado. Dije que.... Da lo mismo lo que dije. Más si es que hoy (vale como mea culpa) reconozco que los creadores de "31 minutos" se pasaron, la rompieron. Fueron más allá de los límites. Y, finalmente, volvieron. Sanos y salvos. O más o menos. Pero volvieron. No me digan que no: algo pasa en la industria. Y es algo raro. Año a año uno ve los balances y entonces te das cuenta de que la TV sí es buen negocio. Al menos uno rentable. No será como los salmones o la venta de corcho, pero sí da platita sin más capital que la paciencia de todos. El problema es que pocas veces se compensa, se premia, el aguante, el sopor. Basta ver lo que pasa con los programas (infantiles o no) que ganan algún CORFO o el CNTV. Esos que, se supone, son los mejores, no por nada son los premiados.

¿Quién era el que hablaba de "31 minutos" como un ejemplo de hacia dónde debía ir TVN? ¿Qué sucedió después? ¿Qué quedó más allá del discurso y la venta de pomada? Pues nada. Cero. ¿Cuánto duran los buenos programas subvencionados? ¿Una? ¿Dos temporadas? Si es que. Luego les tiran la cadena y vuelta a la salchicha de siempre. Que "El día menos pensado", que el no sé cuánto. Por Dios, ¿hasta cuándo? ¿La creatividad sólo aparece cuando la plata la pone el Estado? Ayayay. Qué mezquindad.

En el otro extremo "Pulentos". Alguien me decía que Walalla, el rubio chascón, podría tener su propio programa de viajes en versión cartoon. Increíble sería. Se nota, ahí, el cariño de los productores. Pase lo que pase siguen ahí, van construyendo, desarrollando, vuelven a apostar. Se nota que creen en la TV infantil: a fin de cuentas la vara con la que se puede medir el valor de un canal.

Dicen que los de "31 minutos" se pelearon, se enemistaron, se dividieron. Y es verdad. Eso pasó. ¿Pero alguien podría pensar que por eso no está en pantalla? Yo no lo creo. Sí que, los que debieron apoyarlo, no lo hicieron. Se callaron. Y ahora, para complacer a la fanaticada que espera el reestreno en TV, sólo queda esperar a que la película le vaya muy bien. Es la última oportunidad de "31 minutos". Y, hasta los que no fuimos devotos, estamos pensando en ir. Es lo justo. ¿No? Tal vez ahora hasta me pueda reír.


Domingo 13 de abril de 2008

"31 Minutos"

Señor Director:

En relación con la columna de Sergio Paz publicada en Wikén el viernes 11 de abril titulada "31 Minutos ¿Cuál es la verdadera historia?", queremos señalar que la "verdadera historia" dista mucho de lo señalado por el señor Paz al plantear que el gran responsable de que el programa no continuara haya sido TVN.

"31 Minutos" tuvo tres exitosas temporadas por las pantallas de TVN y fue capaz de cautivar a una audiencia compuesta por grandes y chicos que semana tras semana siguieron las historias de un noticiario de títeres que dieron una mirada interesante y lúdica a la realidad.

Una vez finalizada la tercera versión, la opción de Aplaplac y los creadores de la serie fue concentrarse cien por ciento en la realización de un largometraje. Este proceso duró aproximadamente dos años y durante su desarrollo Televisión Nacional invirtió tanto recursos humanos como económicos y apoyó la difusión del filme que hoy se encuentra en cartelera y que ya ha tenido más de 114 mil espectadores.

La relación entre Aplapac y TVN es de absoluta cooperación y confianza y no se descarta en un futuro poder realizar nuevos episodios de "31 Minutos". Lamentamos que se difunda una información que se aleja completamente de la realidad y por la cual nunca fuimos consultados.

JUAN MANUEL EGAÑA
Productor Ejecutivo
Aplaplac

JOSÉ ANTONIO EDWARDS
Productor Ejecutivo
Televisión Nacional de Chile