31 Minutos La Película, la crítica (blogdecine.cl)

‘31 Minutos La Película’, la crítica

9 de Abril, 2008

por Santander

’31 Minutos La Película’ se queda a medio camino entre un capítulo de la serie y una película en serio. Comienza bastante bien, como si la intención fuera contar una historia con calma, deteniéndose en los detalles que la televisión obliga a obviar; pero a medio camino la intención se disipa y se dispara un montaje televisivo más clásico, donde todo se resume, la acción se reduce a planos medios y la resolución de cada conflicto se precipita sobreponiendo los chistes sobre el ritmo o los detalles del relato, pero esta vez, a diferencia de lo que ocurre en la serie, los chistes son malos, simplones o sencilla y llanamente no lo hay.

La excusa que da pie al metraje es la siguiente: Juanín Juan Harry, el productor de "31 minutos", es el único individuo de una extraña especie, los juanines. Cuando Tulio Triviño, en un arrebato, lo despide del programa, Juanín es secuestrado por un comerciante de especies exóticas y llevado a una isla zoológico llena de las especies más extrañas del planeta, lugar gobernado por la malvada Cachirula. Liderados por Tulio y Juan Carlos Bodoque, todo el equipo del programa partirá al rescate de Juanín atravesando multitud de peligros.

Lo tópico de la premisa no implicaba necesariamente que la película de la muy frecuentemente genial serie infantil "31 minutos" fuera mala. Sin embargo se trata, lamentablemente (dado el presupuesto, la materia prima y el talento de sus creadores), de una película sobre todo aburrida. La producción es impecable, sin desvirtuar el estilo "precario" de la serie, pero el guión no es bueno ni por sus diálogos, ni por sus chistes (la mayoría, repetidos), ni por sus giros, absolutamente predecibles, enfocados a audiencias menores de 10 años, pero de las menos listas, ni por nada. Simplemente no es bueno.

La trama se concentra en los avatares de un par de personajes y el resto no constituyen más que una ruidosa y aburrida comparsa para volver a relatar la archirrepetida historia de secuestro y rescate, sin la más mínima pretensión de darle ninguna pequeña vuelta de tuerca. Parece que en favor de una producción impecable se dejaron de lado aspectos claves, los aspectos que hicieron de la serie algo memorable: un guión atestado de referencias y de humor, personajes que aportaban al conjunto, no sólo como decorado, y una reconocible propuesta vocal. La voz de Tulio, por ejemplo, ya no es lo que era. Es como si se hubiera vuelto ¿más gay? No tiene nada de malo, por supuesto; cada uno es libre de expresar sus preferencias sexuales como se le ocurra… pero la voz de Tulio a veces resulta irreconocible. Y las canciones, una de las bazas fuertes del falso noticiero, quedó completamente olvidada en la película, con excepción de una pésima canción sobre "la vida en el mar" y un amago de tema que la mala de la película intenta cantar. Nada de esto tiene la gracia que solía tener.

No es que yo haya esperado más de lo mismo. Todo lo contrario: me parecía interesante que un equipo de creadores tan talentoso como son los de Aplaplac intentara un nuevo giro en el cine, y esperaba sorprenderme. Pero si no eran capaces de eso, bien hubiera estado que en la película intentaran procurar al menos la misma energía y diversión que en televisión. La película es para niños, por supuesto, y por ahí es entendible que me haya aburrido. Pero cuando un sobrino mío me diga sin miramientos que ’31 minutos’ es entretenida, perderá en el acto mi respeto. Niño no es igual a bobo.

Por otro lado, me imagino que a los verdaderos fanáticos de la serie y a las chiquillas muy tiernas de cualquier forma les agradará ver a los personajes de la serie, y sobre todo a Juanín, de cuerpo completo.